Cursos/Catedras

Testimonios

  • SOFÍA FLORES FARÍAS La Escuela de Música es maravillosa, cuando entré estaba nerviosa debido a que nunca había visto nada igual y pensaba que sería algo estricto y muy difícil, pero cuando empecé mis clases me di cuenta que si lo era; pero era tan entretenida la forma en la que me podía expresar con la bella música que ni me di cuenta de eso.
    La escuela es más que un espacio físico, es despertar pensando en las clases que tendré con aquel profesor que el más alegre o con el más serio o el más iracundo y ver el se esfuerza para enseñarnos de la mejor forma posible, eso transforma las clases en un momento de avance con el instrumento y avance como persona; logrando hacer notas que antes no podía.
    El apoyo que recibimos de nuestros profesores y el amor que le tenemos a la música se ve reflejado en las diferentes galas que tenemos; las agrupaciones que se forman y las presentaciones que estas tienen, la gran orquesta es una de esas agrupaciones; es una comunidad en la que somos muchos y somos diferentes pero nos unimos para poder expandir nuestra música,
    Esta escuela es un paraíso, es un espacio en el que tomas  todo lo malo y lo transformas en algo precioso, algo que todos disfrutamos.
  • JORGE PÉREZ GALLO   "A los 10 años supe que me dedicaría a la música, no fue hasta los 12, en búsqueda de una escuela que enseñara a tocar saxofón, que di con un taller y encontré ahí a un señor delgado de barba y pelo largo, que me indicó que no había cupo para saxofón, sin embargo me mostró una maleta pequeña y me deslumbró su contenido, 3 piezas metálicas plateadas con muchos botones y fierros extraños; ese fue mi primer encuentro con un instrumento de verdad (que luego supe era una flauta traversa) y mi vida cambió, literalmente, lo único que hacía era tocar y tocar y tocar todo el día. Soy un agradecido de la Escuela de Música Enrique Soro que me recibió y me tuvo la paciencia (y vaya que la tuvo!) pero por sobre todo que me formó en mis inicios como músico y como un servidor de la música y del arte durante los 6 años que pertenecí a ella.   Hoy ya llevo 13 años trabajando como pianista, arreglista y productor discográfico a tiempo completo, he producido más de una decena de discos y realizado más de 500 pistas y secuencias para artistas tales como Marcos Llunas, Sergio Járlaz, Billy Bunster, entre otros. He tenido la oportunidad de recorrer distintos países tocando y produciendo discos que se tocan en todo el continente, en el ámbito cristiano.   Mis saludos y eterno agradecimiento a la Escuela de Música que más que una escuela, fue una familia para mí Cariñosamente Jorge Pérez Gallo"    
  • ANGELA TORO A la escuela de música Enrique Soro le tendré Amor Eterno, porque en ella he vivido momentos maravillosos, viajes, presentaciones, experiencias únicas, como por ejemplo cantar con "Los Jaivas" todavía sigo emocionada por haberlos conocidos, he cumplido sueños postergados. Cuando llegué a la escuela vine con un propósito de postular a mi hija Kelly la cual quería estudiar violín, nos sentimos acogidas muy bien recibidas, con un director tan afable agradable y simpático, Franco Toro, después de inscribir a mi hija, me pregunta me dice: ¿y ud. en que se va inscribir? Yo quedé sorprendida e ilusionada pero temerosa, no lo hice enseguida pero pronto me decidí porque se me estaban abriendo las puertas, la oportunidad, mis sueños se estaban cumpliendo de poder aprender, tome clases de canto, sigo participando en el coro de la gran orquesta...mi hija termino de estudiar violín y también participó en el coro...me encanta la escuela porque no discrimina y somos todos iguales, los profesores son todos buenas personas y aman lo que hacen. Me siento orgullosa y agradecida de formar parte de esta hermosa familia musical. puedo decir que nunca es tarde para cumplir sueños y seguir adelante por más. Inmensamente Felizzzzzz!  
  • Siempre agradeceré mi paso por la Escuela de Música Enrique Soro, base de mi formación teórica. Recuerdo haber llegado con un nivel muy básico de lectura y con casi 7 años de experiencia autodidacta lo cual me favoreció para integrar algunos de los ensambles más avanzados de la escuela en los que destaco a la Big Band y al Quinteto de Saxofones. Cada día, cada ensayo, cada clase junto a maravillosos profesores me entregaron las herramientas fundamentales para formar parte de nuestro medio musical, y luego proyectarme internacionalmente. Hoy formo parte de la Orquesta de una de las más importantes compañías de cruceros, navegando alrededor del Mundo, haciendo música y compartiendo escenario y cultura con músicos de cada rincón. Una y mil veces agradecida por cada experiencia que viví de la mano de mis compañeros y profesores, Escuela Enrique Soro siempre en mi corazón.
    FER CALDERÓN
    Estudiante 2009 - 2012
  • Mi nombre es Maximiliano Quiñones y soy ex alumno de la escuela de música Enrique Soro. El año 1996 mi familia se trasladó desde Conchalí a vivir en Quilicura. Tenía 8 años y me encontraba en el colegio con una vida nueva. Estando allí, un buen día escuche a un compañero de mi misma edad tocar la flauta dulce (sonaba realmente dulce) a la par del profesor de música. Este compañero me contó que existía una pequeña escuela de música en donde los hermanos Alonso juntos con otros voluntarios regalaban clases de música a la comunidad. La escuela era muy pequeña y su precariedad era evidente. Pero con eso bastaba, para plantar allí, esa tan importante semilla en mi alma de niño. Desde que pasé por esa humilde puerta mi vida cambió para siempre. El violín me encandiló la vida y así crecí, pegado a mi instrumento y todo su arte. Aprendí el arte de la disciplina y pude conocer toda la espiritualidad inserta en la música. Conocí niños que se convertirían en grandes amigos de toda la vida y en los profesores de la actual escuela municipal de música. Conocí los maestros que me inspiraron y apoyaron para crecer en este camino. Gracias a la música tuve una perspectiva de vida mucho más allá de lo que me ofrecía el barrio y la cultura donde vivía. Mi mente se abrió y comencé a entender que de una u otra manera los sueños se pueden alcanzar. Actualmente tengo 35 años y mi violín se convirtió en mi camino. He viajado el mundo junto a él y no hay nada que me haga sentir más seguro y esperanzado que cuando estoy a su lado. Mis grandes respetos y agradecimientos a los maestros y profesores: Rodolfo Alsonso, Mauricio Ruiz, Franco Toro, Eladio Romo.
    MAXIMILIANO QUIÑONES SANTANDER
    Estudiante 1996 - 1999
  • Fui estudiante de violín en la escuela de música Enrique Soro, siendo esta la mejor experiencia más linda que he tenido. Fue un tiempo muy grato el poder asistir a las clases prácticas y teóricas, ya que vivía por los alrededores; gracias a esto conocí a personas muy nobles y agradables (como los encargados de la escuela, profesores de diversos instrumentos musicales, compañeros de violín en distintos niveles, estudiantes de otras áreas, etcétera). En el año 2010 ya estaba dentro de una orquesta musical y viajamos a Coquimbo a tocar en una escuela ¡Qué recuerdos! Al estar allí, pude reconocer el trabajo arduo y constante que debe realizar tanto profesor como estudiante al momento de interpretar una pieza musical; ya que con esfuerzo y perseverancia se logran los objetivos.
    FABIOLA BECERRA FARIAS
    Estudiante 2009 - 2010
  • “Mi historia en la escuela de música, comienza a los 7 años de edad, cuando aún no era escuela, sino un taller. Comienza como un juego, un pasatiempo, los que se convirtieron luego en 15 años. Incursionando en instrumentos como el violín y la percusión. Muchas anécdotas y viajes, amigos(as) que quedan y sobre todo el cariño de los profesores(as) de la escuela que dedicaron más que su profesión, dedicaron tiempo pasión y sobre todo la metodología y disciplina que es necesario para todo ámbito si uno quiere tener éxito en la vida. Hoy soy informático y agradezco haber pasado por la escuela de música, ya que sin duda me inculcaron valores tremendamente positivos para enfrentar el día a día en lo que hago hoy.”
    ISAIAS CERDA MURILLO
    Estudiante 1995 – 2012